BAJO EL SIGNO DE RENENET
Irisado
Irisado
Hay equilibrios cortos y equilibrios largos : el ritmo estrechísimo del tam—tam, y el larguísimo vuelo de Tristán e Isolda.
El rápido rugir diminuto de una polilla en un enorme retablo barroco.
La palabra devorada de su contexto, el pasaje devorado de su epopeya.
El vasito de agua y las cataratas del Niágara. El molde de una estatuílla y una inundación de barro mesopotámica.
Los equilibrios cortos del sentido común, del gusto enlazado por la moda como un desfilé de perritos falderos, o de un poema dé Rubén Darío en lectura silábica.
Los equilibrios largos de una vida completa con todos sus noches y días, sus ratos de humor o de tristeza y los que suelen llamarse “de mala leche” sus altos, sus bajos, sus más y sus menos;
O los que duran un siglo y abarcan toda una época;
y los que son aun más largos, y van de los griegos hasta dentro de poco.
O en último extremo, la Vida Infinita o la Eternidad.
Todo vale, todo sirve, todo es, —y lo es en natural mezcolanza—.
Se dicen chistes en los entierros. Se cae un niño rubito de un balcón y se mata. Pervive un anciano que tiene a la Muerte desesperada por la farmacia. Pare una burra. Se oye un concierto en el Albert’s House. Una señora histérica tiene un ataque. Una pareja de novios se besa. En cierta manera SOKARI es una bola de ópalo.
Un respiro. Un punto y aparte. Hagámonos la ilusión de que hay un espacio en blanco de dos dedos de ancho. Proseguimos : SOKARI es una bola de ópalo, —Su nombre es “Cambiante”—. Si vemos la Vida desde la altura de Él, todo este batiburillo donde se ponen fronteras —(los conciertos elegantes en un lado, las burras pariendo en otra parte)—, se ve todo junto e irisado de una perfección admirable. El Ópalo.
Lo único que hay es que atreverse, —y Atreverse es dejarse ir por los invisibles surcos del aire, camino del Siempre y de todas partes—.
Acaso las viejas damas de lentes impertinentes pongan sus “!Oh!” y sus reparos, pero ya no es costumbre desmayarse y no corre riesgo su salud preciosa. Acaso los ancianitos censores decimonónicos hurgando en su memoria no encuentren precedentes venerables que avalen esto de salirse del trivium y el cuatrivium para irse más atrás y más delante, pero con que no peligre su jubilación tampoco es grave. SOKARI Allí en Lo Alto, pero aquí abajo nadie. Amén de que ser viejos no es cuestión de edad.
Atreverse y tener talento, —porque atreverse sin talento tampoco es bueno, aunque mucho mejor que no atreverse-. Dadas pues tales premisas, despeguemos, -como si ésto fuera una astronave, —no una de esas cápsulas en forma de pera surrealista, que dan desde la primera la misma sensación de Museo que los primeros automóviles y los primeros aeroplanos—, sino de una astronave tan hecha que ya no sea costumbre ni la de hacer nuevos modelos : lo Perfecto, él Súmum, el Rien-ne-va—Plus de la Astronáutica. Una astronave sin ni acero ni aluminio, ni ninguna aleación ligera; sin ni siquiera metal, ni plástico, ni cualquier otro material que se imagine; ni tampoco calambreo electrónico, fotones u otra subpartícula : una astronave tan sin implementos... que sea como ir andando.
Una astronave sin astronave y sólo con el nombre de astronave, —que es exactamente en lo que vamos a despegar—.
Partamos.
Etcétera, tres, dos, uno, !cero!
No vamos a describir paso por paso todo el viaje porque es inútil; porque ni el que lee esto ni el que lo escribe se están moviendo; ni tampoco vamos a caer en la vulgaridad de un relatito de ciencia—ficción siquiera alegórico.
Nuestro viaje en vez de “ir” es de “no ir”, —de romper todas las posibilidades usuales de ir, para ver si llegamos a alguna parte realmente interesante-. Y es obvio que llegarnos : Llegamos a darnos cuenta de que se puede estar hablando horas y horas sin decir nada, llamando la atención hacia puras imágenes sin contenido, superando temas y cambiando rumbos —(y esto implica viaje)— sin moverse de un punto:
Hemos perforado la racional tubería : el agua ya no va por ella sino por Fuera : FUERA EXISTE, inmenso y bello, y posiblemente útil.
El crimen mayor que se cometió con la Verdad fue encerrarla en la tubería.
Crimen de gusarapos, de sanguijuelas, de bichejos microscópicos :
los racionalistas.
FUERA EXISTE, y una vez salido no hay quien le meta a Uno en el tubito de plomo. Medievo todavía en el Pensamiento, la mar océano está llena de monstruos, y si se navega tan lejos que se llegue al borde...
!se cae en el Abismo!
Pues bien, “EXTRAVAGANCIEMOS”, —literalmente “MARCHEMOS POR FUERA”— :
No pasa nada de los temidos presagios, —antes al contrario se pasa muy bien—. Y caer en el Abismo es interesantísimo. Ahora bien :
El Abismo se describe con Arquetipos. Véase ejemplo :
SOKARI
es el Sol blanco y sin radiación
en un cielo absolutamente negro.
SOKARI es PTAH Inverso : o sea, que no sólo no Enuncia,
sino que absorbe en Sí las Enunciaciones :
Contemplar a SOKARI es olvidarlo todo, despoblársele la mente de recuerdos como un papel con limadura de hierro bajo un imán. (Burdo ejemplo, debido a que estas cosas son inexplicables). Es menos aun que olvidar : es no haber nunca sabido. Mientras quiera estar uno vivo
no se debe mirar a SOKARI sino de reojo. Otrosí :
ciertamente ante SOKARI se olvidan las memeces de este mundo,
pero se vivencia Lo Inaudito y uno se vuelve mago;
Crepuscular entre una vida y otra.
Bueno pues éso. Todos los Arquetipos o Dioses—Símbolos son igualmente transmutadores cada cual en Su módulo. Lo que Allí sucede es “Abominable”, —literalmente “Fuera de lo humano”— : Por éso Allí están la Paz, la Serenidad, la Fuerza...
Y todos los Ideales que no se encuentran ni se encontrarán jamás en el mundo de los hombres.
Así de fácil. Y además pudiendo seguir yéndose al cine y al fútbol.
(Dentro de la tubería, que viene a definirse así como “un caso particular del Infinito”). Si a Mí me es casi físicamente imposible hablar en serio, no se debe ni más ni menos que al Dios BES.
Y si ésto no es ni prosa ni verso, supongo que será debido a que muchos de los Dioses en el Universo Sígnico aún no se han integrado a Sus puestos, y hay bastante desorganización.
(O a lo mejor es porque no sé escribir mejor).
Se Me está ocurriendo meterme con Bach, —en bueno—, pero quizás sea mejor no hacerlo. ...no es nada sino... que sabía Matemáticas por instinto.
Y con las Matemáticas —no las de cabeza sino las de Sensibilidad— se puede hacer todo lo que dé la gana. Le dan a Uno carta blanca.
Ya se sabe que los Dioses son unos excelentes matemáticos : Se lían a poner átomos según los números, y hacen los mundos. Y cuando no Se molestan en poner los átomos, esos mundos aunque virtuales e imaginarios quedan aptos para ser materializados por simple rutina. ...Como coser y cantar...
A todo esto SOKARI —bajo cuya Santa Advocación está colocado este capítulo lo que está viendo es una esfera de ópalo cambiando de aspecto incesantemente. Una divina forma de estar y no estar enmedio de este divinamente enrevesado lío.
Bien es verdad que cuando se mira un ópalo de tal aspecto, a Uno le gusta, sin meterse en distingos de si esta rayita está torcida o es más larga o más corta : —...léase “versos”...—
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KIR Fénix
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