jueves, 20 de noviembre de 2008

Libro de ISIS ( 3 )

L I B R O D E I S I S



KONS DE KARNAK Y LUXOR



SEÑOR DE TEBAS


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Tercer GONG



Amentet




Díme, Amentet, Diosa de los bellos caminos del Oeste. ¿A dónde conduce el sendero de la soledad? ¿ lo sabes Tú, oh perpétuamente sola?
He dejado el río, allá atrás, lleno de gentes, de palabras, y de sueños; y he subido a este monte árido y muerto.

¡ Te buscaba a Ti, Amentet, mi bienamada!
Pero Tú eres fugitiva y reidora y te escapas siempre de mis brazos, y huyes hacia la luz dorada, hacia corolas de flores, hacia el rumor del agua…

Por eso he subido a este monte árido y muerto.
¡ Quiero poseerte, Amentet, toda y para siempre! No huirás esta vez: porque aquí no tienes adonde huir sino a mi corazón. Mírame a los ojos, Amentet, y ¡ ámame!.

Sólos estamos en este círculo de muerte; solos y desamparados entre polvo estéril y piedras calcinadas. Todo es gris, menos el negro abismo de Tus ojos ¡ Ámame, Amentet! Tengo hambre , una hambre, un hambre infinita de besos, ¡ de tus besos Amentet…! Tengo sed… una sed de fuego que sólo Tú puedes calmar. ¡ Oh, Amentet, Amentet…!

¿ Para qué quiero el Poder y la Gloria , si te tengo a Ti? ¡ Tú eres mi Poder y mi Gloria! ¡ Y mi pobreza!, y mi llanto!: y mi paz! Y mi posesión! ¡ Tú Amentet, la amada de mi alma, la que mansamente me persigue: Tengo hambre y sed de tus ojos limpios…

Por Ti he subido a este monte árido y muerto.
He recorrido los caminos y te he buscado entre el turbión de la muchedumbre. Gritaban y pedían y me lo robaron todo, hasta dejarme sólo y desnudo.
¡ Ámame, Amentet, se mía para siempre!


He gritado tu Nombre a lo largo y a lo ancho de la tierra; he preguntado por Ti y a todos he dado tus señas; pero ellos no entendían, no podían comprender cómo era mi amada, mi perfecta.
¿ Cómo describirles tu sonrisa y la tempestad de tus lagos quietos, Amentet, cómo explicarles la claridad de tus ojos negros y el huracán de tu amor?

¡ Amentet… ¡¡ Amentet…!

Por Ti he subido a este monte árido y muerto.
Ya no tengo casa, Amentet, no tengo nada; todo lo dejé allá en el valle. Sólo me tengo a Mí, desnudo, poseyéndote en tu desnudez total…

¡ Amentet… ¡¡Amentet…!

Díme, oh Diosa de los caminos desiertos. Díme por qué camino he llegado a Tu corazón, que ya no me acuerdo. Todo quedó allá, en el valle, donde no hay más que sombras. También dejé los recuerdos; ¿Para qué los quería?
Hablaban…hablaban…narraban cuentos del desierto, una vez, y otra… y otra… Hablaban … Y gritaban. ¿Porqué; lo sabes Tú? ¿ Por qué sonríes, Amentet; te burlas? Hablaban…! Decían algo de dioses… cosas sin interés. ¿ Qué me importan a Mí los dioses, Amentet; sólo me importan tus besos!
Hablaban…
Cuentos del desierto; siempre cuentos del desierto. Las noches eran largas. ¿Lo recuerdas? Cuentos viejos escritos en cueros tan viejos como ellos. Cuentos de pastores, increíbles, ingenuos o terribles. Cuentos…

Prodigios… batallas… castillos encantados… dragones… gigantes… Cada uno contaba los que sabía; ¿ Conté Yo alguno también? Quién puede saberlo… Yo hablaría de Ti, de mi amada, de mi perfecta, de tus ojos luminosos, de tus besos de fuego! Hablaría de Amentet, la Única, la Gloriosa, la reina divina del desierto de Occidente! Hablé de Tu Reino Verde…: ¿ porqué hablé de tu reino verde, Amentet? ¿Porqué no hablaría de este monte árido y muerto, donde únicamente te puedo poseer? O, tal vez lo hice, pero… ¿ Cómo podrían entenderme? Yo hable de queTu Reino Verde era como una lágrima; o como un pájaro de fuego que convierte en cenizas a su cazador o como un grano de trigo en una mano apretada; o como un tesoro de faraón perdido para siempre en el mar.
¡ Porque nadie puede poseerte , oh Amentet , sino desnudo y estéril…

¡ Amentet!... ¡ Amentet!...


No Yo a Ti, Amentet, sino Tú me has seducido: fue tu beso ardiente y tu mirada, allá abajo, cuando Yo dormía. Tú me perseguiste con tu sonrisa implacable entre la multitud; y en los festines y en el Templo. Tú me perseguías en el griterío de los mercados, y detrás de la fila de mis amigos ridículos y reidores. Tú, Amentet, con tu sonrisa de desprecio.
¡ Oh, Amentet, Amentet, cuanto me has hecho sufrir!
¡ Y Yo hablaba, hablaba, y contaba los más bellos cuentos del desierto que jamás nadie oyó!
¡ y eran para Ti, Amentet, sólo para Ti, para clamar piedad a Tu sonrisa!

Y por Ti se burlaron de mí y me llamaron embustero.
He hice lo que nadie hizo, y maravillé a los necios y a los sabios, y trabajé y luché y aprendí para ser un hombre superior y Tu sonrisa de hielo se hiciera cálida como aquél beso!...
¡Oh, Amentet, Amentet!...
Pero fracasé; fracasé para siempre.
Tú me abandonaste en la cumbre de mi gloria. Y Yo quedé enredado en mis cuentos, ¡Para Siempre! E hice escuela de necios y envidiosos.
Por eso he subido a este monte árido y muerto.
Hablaban… hablaban… Y gritaban. ¿ Porqué gritaban, Amentet?
No Tú a Mí, Amentet, sino Yo te abandoné. Fui Yo quién huí de tu sonrisa de hielo. Huí lejos; lejos, a donde no llegara el recuerdo de mi fracaso. Me hundí en una orgía de ruidos y de copas de oro; me encenagué en delicias fáciles y necias, Palabras… palabras…
Palabras…
Me hinché de orgullo y de desprecio Yo también. Como Tú, Amentet.
Pero mi corazón lloraba.

Y nació mi leyenda; y me arrastró con ella, como un esclavo atado de manos al carro del vencedor. Y me pidieron más de lo que Yo podía dar. Y me odiaron.
¡Oh, Amentet, Amentet; cuán duro es tu amor!
Y fuí perfecto, estúpidamente perfecto, y estéril. Y dije palabras graves y enigmáticas. Palabras… Palabras… ¡¡¡ PALABRAS !!!
Y aumentó hasta el infinito el número de mis acreedores.
Y reclamaban, reclamaban humildemente; suplicantes; sonrientes casi. ¡ Pero, reclamaban!.
Pedían lo que era suyo, lo que me habían entregado. ¿Porqué me lo dieron , si Yo nada les pedí!?
Reclamaban, Amentet. Habían hecho un contrato conmigo, y Yo tenía que cumplir Mi parte.
Y tuve que prometer… prometer… ¡¡¡ PROMETER !!! y prorrogar una vez y otra, y mil veces los plazos.
¡ Oh, Amentet, si hubieras estado allí para decírtelo todo!
Pero tuve valor, todo el inmenso valor de un cobarde.
Tal vez por eso me has considerado digno de tu amor; tal vez es por eso ahora cálida tu sonrisa y confortante, en este círculo de muerte, sobre polvo estéril y piedras calcinadas.
Sobre el polvo de mi fracaso.
Sí, Amentet; sabía que te encontraría aquí, en la cumbre del monte árido y muerto; y que aquí serías mía para siempre. Sobre el polvo de mi fracaso. ¡sonríe ahora, Amentet; sonríe y búrlate de Mí cuanto quieras! ¡Ya eres mía!; mía para siempre; y Yo modelaré a besos, como me plazca, la sonrisa sobre tu boca:
Gritaban… Gritaban…
Levántate, Amentet, mi fugitiva, mi reidora; y vamos a tu reino verde, ---A MI REINO VERDE---, hacia la luz dorada, hacia corolas de flores, hacia el rumor del agua…
He dejado el río, ahí atrás, lleno de gentes, de palabras, y de sueños: y he subido a este monte árido y muerto.
¡ Vamos, Amentet, diosa mía, reina mía, esclava mía!
¡¡¡ TODO ESTÁ CONSUMADO !!!

* * * * *
Sobre un tosco madero, un Dios expiraba en la tarde

* * * * *
“ Hubo una vez un Hombre
“ que experimentó la Gran Soledad en el Seno de Isis.
“ Y, al cabo del tiempo, Isis dio a luz un nuevo dios,
“ un nuevo Viviente, un nuevo habitante de los Dos Mundos.
“ Y fue Jardinero del Jardín de Isis.
“ El pudo hacer, e hizo, portentos y Milagros,
“ maravillas y prodigios que admiraron a los siglos;
“ pues su Mente estaba en Tebas,
“ y su Corazón rebosaba Amor por los seres de los Reinos.
“ Sanó enfermos, resucitó muertos, he hizo prodigios naturales,
“ porque los átomos le obedecían, como obedecen
“ a todo el que VIVE en Isis, morador del Sublime Santuario.
“ Cuando este Hombre hubo madurado
“ en el Árbol Eternamente Verde.
“ en el Árbol de la Vida
“ en el Árbol de la Ciencia.
“ cuando hubo comprendido y superado el Bien y el Mal.
“ --Cuando fue perfecto en experiencia y en dolor,
“ y el Yo Inmortal fructificó a través de Él--,
“ este DIOS, el Viviente, el Divino Hijo de Isis,
“ ofreció la plenitud de Su VIDA Eterna:
“ se suicidó.
“ No quiso valerse para ello de la daga ni el veneno:
“ Prefirió usar a los soñadores, sus esclavos,
“ que soñaron haberlo matado
“ cuando apagaron los latidos de su corazón.
“ Más Él era, y es, Inmortal,
“ Esplendente en el Coro de los Dioses,
“ Jardinero de los Reinos,
“ morador de Tebas.
“ Los hombres destrozaron su cuerpo:
“ -- no hicieron más que darle otra forma a un enjambre de átomos--.
“ Más aquel cuerpo era ya una tumba vacía.
“ Él estaba en el Océano Infinito que es Isis,
“ ---la Inexistente, la Toda-dadiva---
“ fuera y dentro del Espacio y del Tiempo.
“ Los esclavos blasfemaron su Nombre
“ tomándolo al servicio de sus egoísmos,
“ --unos, por maldad; otros, por piadosa necedad:
“ mas, todos , como parásitos adheridos a un cuerpo muerto--,
“ e hicieron cosas abominables con sus vidas
“ y con las vidas de los demás.
“ Más Él no los conoce, ni en Tebas tendrán su parte.
“ Sueños suyos, de ellos, son todas sus palabras.
“ Él, el Glorioso, el Amado de Amentet --- La Ascensión Infinita ---
“ R E I N A
“ Es así como está escrito en el Libro de los Dioses.


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KIR Fénix


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